La realización de una descripción exige seguir una serie de pasos o fases entre los que destacan los siguientes:
1. La observación minuciosa del objeto que se va a describir.
2. La selección de los rasgos característicos que distinguen a ese objeto: su forma, su color, su tamaño, sus constituyentes…
3. La disposición de los elementos seleccionados: de arriba abajo, de derecha a izquierda, de lo anterior a lo posterior…
Ordenar la información. El orden espacial
En la descripción, los elementos que integran la información pueden aparecer relacionados en el espacio: se sitúan unos al lado de otros, o encima de otros o detrás de otros, o bien constituyen partes de un todo.
La información se organiza en estos casos según un orden espacial, aunque el orden también puede ser lógico o temporal.
Antes de hacer una descripción hay que observar, seleccionar y hay que presentarlos en un orden determinado. Se pueden seguir distintos criterios. Por ejemplo:
De dentro hacia fuera (o a la inversa). Ejemplo: “En el interior de la casa, todo estaba a oscuras; fuera, las últimas luces del día permitían aún reconocer la forma de los objetos".
Del primer plano al fondo, de lo general a lo particular (o a la inversa). Ejemplo: “En el primer plano, se veía a los alumnos, alineados; al fondo estaban los padres".
De izquierda a derecha (o a la inversa). Ejemplo: “A la izquierda, se amontonaban los seguidores del equipo local; en el lado derecho, los hinchas del equipo visitante".